Visión a largo plazo de las empresas familiares
Escrito por Juan Vaquero
Publicado el 29 febrero, 2024
En un encuentro auspiciado por Fundación NUMA y la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, en el seno del Foro de Empresa Familiar, varios empresarios familiares de diversos sectores se congregaron para compartir sus experiencias, preocupaciones y visiones sobre el futuro de sus empresas.
Tras una primera intervención de la presidenta de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, tomó la palabra Ricardo Rodríguez, director general corporativo de Recoletas Salud. El empresario compartió su profundo agradecimiento hacia los organizadores del evento, resaltando la importancia de este tipo de encuentros para el intercambio y fortalecimiento de la comunidad empresarial.
Como representante de la segunda generación al frente del Grupo Recoletas, empresa fundada por su padre, Ricardo destacó la notable evolución de la compañía desde sus modestos inicios hasta convertirse en un grupo hospitalario de gran envergadura, con una extensa red de hospitales, centros médicos y especialidades. “En 1989 abrió el primer centro. 35 años después, hay más de 40 centros sanitarios en funcionamiento, y trabajamos más de 3.000 personas”.
“Lo que nos caracteriza es la visión a largo plazo”
La estrategia de expansión y el modelo organizativo del Grupo Recoletas, que nació en Valladolid y se ha expandido en otras ciudades de Castilla y León y de otras comunidades, fue fundamental en su crecimiento.
“Lo que caracteriza a las empresas familiares, y a nosotros”, dijo Ricardo Rodríguez, “es la visión a largo plazo”. Y añade: “Nosotros proyectamos a quince años”. Destaca que la empresa está invirtiendo también en ciudades que, como Zamora, Burgos, Cuenca u Orense, no suele haber tanta inversión. “Llevamos inversores profesionales a esas ciudades”.
La visión a largo plazo exige estar en sintonía con otros socios, si se llega a un acuerdo con ellos. Ricardo Rodríguez mencionó que el Grupo Recoletas dio entrada a un fondo de capital en 2009, para robustecer la estrategia de crecimiento. Pero, entre otras cuestiones, su horizonte temporal era más inmediato, y la discrepancia generó problemas. “A la empresa le fue mal. El fondo no respondió, y perdimos parte de la compañía. Tuvimos que hacer una reestructuración entre 2011 y 2015”.
La guía de los valores de la familia
El Grupo Recoletas es un ejemplo de integración de la última generación: “En 1999 entró en la empresa mi hermano mayor. Luego salió de la empresa, pero posteriormente volvió para reforzar el lado familiar. Nosotros pensamos que los miembros de la familia pueden tener tres papeles: gestores, accionistas, y tienen un papel muy importante como familiares. Cuando hicimos la reestructuración, mi hermano mayor entró para reforzar ese aspecto. Yo siempre quise formar parte de la empresa, y posteriormente se incorporó el tercer hermano”.
El director general corporativo del grupo terminó diciendo que las familias empresarias no deben olvidar algunos aspectos importantes. “El primero de ellos es que nos demos cuenta de que debemos tener una estrategia como accionistas y como familia”. A ello hay que añadir que “tenemos que transmitir los valores, que son la base de todo. Toda la acción empresarial la construyes desde ellos”. Y lo mejor para hacer llegar esos valores, señala el empresario, es el ejemplo.
“También tenemos una responsabilidad con nuestros hijos”, señala Ricardo Rodríguez. “Tenemos que hacerles ver que ellos pueden desarrollar sus carreras dentro de la empresa, o empresas, de la familia”.
Y, por último,
Tenemos que valorar el trabajo que hacemos los empresarios. El tiempo que le dedicamos, el riesgo que asumimos con cada decisión. Y tenemos que valorar que hacemos todo esto por vocación.
La cultura del esfuerzo
Después de la intervención de Ricardo, que sirvió de introducción se abrió a todos los asistentes, tuvo lugar un diálogo entre los empresarios familiares presentes. Intercambiaron las historias de sus familias, sus experiencias, y sus preocupaciones y expectativas.
Miguel Ángel Rivero, consejero-director financiero de You2Call, explicó que tuvo que vender una empresa de la familia, y uno de los motivos para hacerlo es que la última generación no ha mostrado interés por continuar. Rivero señala que lleva una vida muy exigente, con mucha actividad, y entiende que eso puede no resultar atractivo. “Es verdad que nuestros esfuerzos se han dedicado a la empresa. Nosotros sabíamos los nombres de los empleados”. Pablo Ramos Pérez, consejero y COO de RAMOS STS® DESUL®- Disposable Protective Garments & Accesories, habló en el mismo sentido: Los hijos ven a los padres empresarios, y el enorme sacrificio que hacen por la empresa, y en ocasiones ello puede frenar algunas vocaciones empresariales. Y lamenta que “la cultura del sacrificio está desapareciendo. Y no se va a recuperar, de modo que habrá que sustituirlo con otra cosa”.
José Miguel Maté Salgado, socio fundador y consejero delegado de Tressis , planteó el dilema de la sucesión en un contexto demográfico cambiante, donde la falta de interés de las nuevas generaciones se combina con la pérdida de capital empresarial debido a la desinversión. Este escenario requiere una reflexión profunda sobre la planificación y la consideración de soluciones alternativas, como los search funds. También enfatizó la necesidad de una planificación financiera sólida y la anticipación de posibles obstáculos. Miguel Ángel Rivero también resaltó los desafíos fiscales que enfrentan las empresas familiares, especialmente en lo que respecta a la distribución de dividendos y la reinversión de capital.
La cohesión familiar
La necesidad de cohesionar a la familia empresarial fue resaltada por Manuel Gancedo Puig de la Bellacasa, quien señaló la importancia de identificar y promover el legado y los valores compartidos: “Una de las ideas que compartimos es que, si tenemos 80 años como empresa, algo bueno habremos hecho. Y el hecho de que estemos tan vinculados a la empresa, nos hace pensar que, también, algo bueno debieron de hacer nuestros padres. De modo que nos hemos reunido para ver conjuntamente cuáles han sido los hitos de la empresa, y qué hemos hecho en esas ocasiones, para aprender de todo ello”. Manuel es el responsable de negocio internacional de la empresa textil Gancedo.
Manuel comentó que se presenta siempre diciendo que son seis hermanos, seis de ellos en el negocio, “y que nos hablamos todos los días”. La sexta hermana, “como en el caso de Ricardo, nos acompaña en el ámbito familiar”.
Incorporación de talento de fuera de la familia
“Me fascina que Fátima Báñez nos acompañe hoy aquí”, dijo Pablo Ramos, COO de Ramos STS, quien resaltó que se echa de menos que haya más personas de su categoría en la política. “Nosotros somos tres hermanos. Cubrimos áreas distintas, porque tenemos también intereses distintos”, explica Ramos. La empresa fue fundada por su padre, y la última generación se ha incorporado por completo.
Ramos está de acuerdo con lo que apuntó la exministra sobre la necesidad de contar con talento de fuera: “La familia debe saber retirarse. Tiene que dar pasos para que vengan personas de fuera, que tengan otra visión de cómo pueden ser las cosas”.
Jesús Navarro Sánchez, director de Pymesti Consultoríay presidente del Club Pyme Madrid, destacó la complejidad creciente del entorno empresarial y la importancia de la adaptación a nuevas regulaciones y demandas del mercado. Su preocupación por la retención del talento y la competencia laboral refleja los desafíos contemporáneos que enfrentan las empresas familiares. “Los empresarios no nos sentimos apoyados”, dijo Navarro con claridad. “Parece que somos el bicho que picó al tren”.
Reinversión y crecimiento
José Antonio Alvarez López es director general de EXES y profesor de la Universidad Villanueva y la Universidad Rey Juan Carlos. José Antonio reflexionó sobre la adaptación a los cambios del mercado y la necesidad de internacionalización para mantener la competitividad. Ofreció una visión optimista, basada en aprender de experiencias pasadas y mirar hacia el futuro con determinación. Pero reconoció que “en estos momentos, no hay incentivos para ser empresario. Creo que deberíamos probar con abrir espacios del sistema educativo a la figura del empresario”.
Rivero añadió que los empresarios familiares están abocados a una reinversión constante, para el crecimiento de la empresa o del grupo. “Esto es lo que hemos hecho nosotros; eso sí, en los últimos 10 años, nos hemos dado un respiro”.
En resumen, el intercambio en el foro proporcionó una visión integral de los retos y oportunidades que enfrentan las empresas familiares en la actualidad. Desde la gestión de sucesiones hasta la adaptación al cambio, queda claro que la colaboración y el intercambio de experiencias son fundamentales para garantizar la continuidad y el éxito de estas empresas en el futuro.
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