Ernst & Young ha publicado el Índice de Empresa Familiar 2023, elaborado junto con la Universidad de St. Gallen. Una de sus conclusiones es que el negocio de las 500 mayores empresas familiares ha crecido en el último año a un ritmo del 10% sobre el índice de 2021, al haber alcanzado un volumen de 8,02 billones de dólares.
Los cálculos del Fondo Monetario Internacional cifran el crecimiento de 2021 en el 6%, y sus previsiones para 2022 y 2023 son del 3,2 y del 2,7%, de modo que “las empresas familiares han crecido casi el doble que en las economías avanzadas y alrededor de una vez y media más que en las economías de mercado emergentes y en desarrollo”, según concluye el informe. Las empresas familiares están impulsando el crecimiento mundial.
A TERCERA ECONOMÍA DEL MUNDO
No es la única conclusión interesante que se extrae de este informe. No es sólo que el crecimiento doble al de la economía mundial, sino que el peso de las empresas familiares es enorme. El informe sólo se centra en las 500 más grandes, pero el peso de las mismas constituirían la tercera economía del mundo, sólo por detrás de los Estados Unidos y de China.
Los Estados Unidos son, precisamente, el país en el que las empresas familiares más ingresos generan: 119 compañías que tienen unos ingresos de 2,72 billones de dólares. Hace dos años, los ingresos de las empresas estadounidenses no llegaba a los dos billones y medio (2,48). El segundo país con empresas familiares más grandes es Alemania, donde 77 compañías ingresan 1,13 billones de dólares. Les siguen Francia, la India, Corea del Sur, China, Canadá, Hong Kong, Suiza y Holanda.
EMPRESAS CENTENARIAS
Tres de cada cuatro empresas familiares, en concreto el 76%, tienen más de medio siglo de vida. Estos datos permiten a los redactores del informe concluir lo siguiente:
Muchas de estas empresas han capeado la volatilidad del mercado a lo largo de varias generaciones, lo que subraya hasta qué punto las empresas familiares son capaces de mantener tanto su éxito como su sucesión a lo largo del tiempo. La estabilidad que acompaña a esta longevidad resultará inestimable para que las empresas familiares puedan sortear con eficacia la ralentización prevista del crecimiento mundial en 2023.
Sólo el 1% de las empresas tienen menos de 20 años, y el 24% menos de 50. Por otro lado, un 22% tiene de 101 a 150 años, a lo que se suma otro 9% que tiene más de 150 años. El 45% restante tiene entre 51 y 100 años.
La mayoría de las empresas que son más que centenarias (un 57% de las empresas con más de 100 años) fueron creadas en Europa. Sólo Alemania concentra una de cada cuatro. El caso más llamativo es el de la Corporación Takenaka, que fue creada hace 412 años, y que está liderada por la decimoséptima generación de la familia.
LA FAMILIA AL FRENTE
El papel de los miembros de la familia en la gestión de la empresa es muy importante. De hecho, casi la mitad de los CEO de las 500 empresas, el 45%, pertenecen a la familia, como lo hace el 23% de los puestos del consejo de administración. Esto quiere decir que la implicación de las familias en sus empresas es muy alta. Esto se produce incluso en empresas de un enorme tamaño, y que exigen una gestión muy profesionalizada. Las familias encuentran el modo que aprovechar el talento dentro de las mismas para mantener el liderazgo, o al menos la participación en la dirección, de las compañías.
El informe destaca otro aspecto de la dirección de las empresas: que sólo el 5,8% de ellas (29 del medio millar de compañías) están lideradas por mujeres, por el 4,8% de la lista Fortune 500. Por otro lado, mientras que el Servicio de Inversores de Moody’s dice que el 29% de los miembros del consejo de administración de las empresas en los Estados Unidos y Europa son mujeres, en el caso de las empresas familiares ese porcentaje es del 25%.
CONSUMOS E INDUSTRIA
Por sectores, el número uno es el de las empresas en contacto directo con los consumidores. A este sector pertenece el 37% de las empresas, que generan el 39% de los ingresos de las compañías que comprenden el índice. El sector que EY llama “manufacturas avanzadas y movilidad” aporta otro 29%. Son las empresas dedicadas a la industria química, las manufacturas, el transporte y el automóvil, y la defensa y la industria aeroespacial. De este modo, el 66% de las empresas familiares del índice realizan su actividad en uno de estos dos ámbitos.
A ellas se suman el 8% que trabaja en el sector de la energía, más un porcentaje igual que lo hace en Infraestructuras y el mismo en tecnología y comunicación. Un 6% está en el ámbito financiero, y un 4% en sanidad.
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