Financiación, crecimiento y control de la familia empresaria

Financiación, crecimiento y control de la empresa familiar

Financiación, crecimiento y control de la familia empresaria

El 20 de octubre celebramos una jornada en el Consejo de Empresa Familiar – “Manual de supervivencia para las familias empresarias”. Se abordaron los frentes que tienen abiertas las empresas familiares, así como su financiación, crecimiento y control. Tanto los externos relativos al contexto y al entorno como los internos relativos a sus propias características. Tratamos también de las estrategias que se pueden implementar para paliar estos riesgos.

Después de las intervenciones de José Ramón Sanz Pinedo y de Luis Bravo , tuvo lugar una mesa redonda de empresarios. Participaron en el diálogo Roberto Aldea, presidente del GRUPO CARTÉS y vicepresidente de AEDHE Asociación de Empresarios del Henares, Javier Sanchidrián Martinez, director de operaciones del GRUPO MAS, y Ricardo Rodríguez, director general de corporativo de Recoletas Salud. El coloquio estuvo moderado por Alfonso Reina Pardo, socio de Cuatrecasas.

Todos ellos son empresarios en segunda generación, con un sentido y fuerte orgullo de pertenencia a una familia empresaria y nos ofrecieron unas valiosas reflexiones en torno al momento en el que se encuentran sus proyectos, sus desafíos por venir y su punto de vista sobre los temas que tratamos en la jornada.

“La empresa es como un hijo”

El Grupo MAS tiene actividades en el sector del ocio, inmobiliario y agropecuario. Javier Sanchidrián Inició su carrera fuera de la empresa familiar, para después involucrarse plenamente en la gestión del grupo empresarial familiar junto con su hermano. Siendo dos al frente, aún funcionan con la complicidad y espontaneidad de dos personas comprometidas que han madurado en la empresa. Pero hoy empiezan a plantearse cómo prepararán la entrada de una nueva generación.

Javier habló del aspecto emocional y el fuerte vínculo que existe con el proyecto compartido de la familia. “La empresa es como un hijo”; pronunció una de las frases que se repitió durante la charla y que expresa la idiosincrasia y la visión de sí mismos como empresarios familiares.

Sin embargo, también puso el acento en la necesidad de hacer una gestión profesional en la empresa familiar. Los salarios y los criterios de selección de personal deben ser de mercado. Estar en la empresa familiar no puede verse como una fuente de privilegios indebidos. Los miembros de la familia pueden elegir su grado de involucración, pero trabajar en la empresa no puede darnos derechos sobre los demás.

Sacrificar lo importante en la pira de lo urgente (e importante)

Cuando hablamos sobre el protocolo y la importancia de dejar reglas por escrito, Javier empatizó con muchas empresas familiares que, estando muy volcadas con sacar el negocio adelante día a día, no tienen tiempo ni perspectiva suficiente para emprender este proceso de reflexión con suficiente seriedad.

El carácter familiar de estos empresarios también salió a relucir cuando hablamos de socios y financiación. Javier reveló algunas de las incomodidades que pueden darse en empresas familiares cuando se abren a financiación alternativa. La entrada de un socio puede generar una sensación de amenaza y pérdida de control que puede y debe gestionarse. Ellos mismos han recurrido a fórmulas de financiación alternativas, útiles para etapas de crecimiento; pero siempre con control, bien parametrizado y profesionalizado.

También se refirió a esas primeras etapas de la empresa familiar, donde es casi inevitable que el empresario ponga en juego sus activos personales. No hay muchas alternativas, pero es algo que debe deshacerse en posteriores generaciones para minimizar el riesgo personal. Separar el negocio principal y la parte patrimonial que componen los activos no afectos a las empresas.

Prepararse para el momento

Roberto Aldea es un empresario familiar de pura cepa que creció atendiendo las llamadas en el taller que regentaba su padre y que fue el germen del actual Grupo Cartes. Ahora es él quien se encuentra al mando y enfrentando decisiones de futuro y continuidad. Tiene cinco hijos y está sumido en un proceso de reflexión conjunta para definir su visión y estrategia .

Roberto compartió con nosotros el momento de sucesión que le puso al frente de la empresa. Un momento súbito y para el que no estaban bien preparados. Se enfrentó a este momento junto a su hermana, ayudados por el deseo de primar el bienestar de cada uno y de seguir juntos independientemente de las decisiones respecto a la empresa familiar. Este mismo espíritu es el que Roberto busca perpetuar en la siguiente generación.

Se encuentran así en un momento de pausa y reordenamiento, dando los primeros pasos hasta el establecimiento de un protocolo. Un momento de escucha, en que se quiere introducir a las nuevas generaciones en la empresa y en foros de empresa familiar. Roberto nos habló de la importancia de la escucha, de conjugar sus propios deseos con la libertad de sus hijos y las necesidades de la empresa.

Financiación, control y crecimiento

En relación con posibles socios y financiación, Roberto reincidió en la opinión de Javier. Aunque en general recurren a banca tradicional y optan por buscar la deuda más barata, sí han recibido ofertas interesantes. Especialmente de socios que además de capital pueden aportar conocimiento o capacidad industrial. Se sienten obligados a considerarlas, pero persiste un ruido de fondo – la pérdida de control sobre la empresa familiar—. El momento actual de reflexión, en el que el futuro de la familia debe considerarse dentro de estos cálculos, dificulta aún más la toma de decisiones.

En una línea similar, reflexionó sobre el momento actual de su empresa y su estrategia patrimonial. Durante muchos años el excedente se invertía en el negocio fundacional, en momentos de mucho crecimiento pero que, en perspectiva, concentraron mucho el riesgo en una sola actividad. Parte de su reflexión actual es restructurar y separar lo operacional y lo patrimonial.

Ricardo Rodríguez lleva veinte años trabajando en la empresa familiar junto a el fundador del grupo, su padre, que sigue al frente de la empresa. Defiende la aportación de valor tanto a la sociedad y la familia y la perspectiva particular del empresario familiar que tenemos que aprender a gestionar para superar el reto de la continuidad.

El empresario se sumó a la recomendación que compartieron todos los asistentes. Aunque pongamos el acento en el aspecto familiar de la empresa y hablemos de lo emocional y lo relacional es muy importante dar un paso profesional y jurídico. La documentación nos ayuda a precisar matices, a evitar controversias y a concluir los procesos de diálogo y negociación.

Ricardo se mostró más abierto a mecanismos de financiación alternativa, pero de nuevo condicionados por un meticuloso análisis y por su oportunidad según el momento en el que se encuentre nuestra empresa. No es lo mismo estar en un momento de estabilidad, donde deberíamos buscar la financiación más barata; que si estamos en un momento de rápido crecimiento.

Familias y fondos; el largo y el corto plazo

Subrayó como la diferencia entre el horizonte largo de las familias empresarias y el corto de los inversores puede generar tensiones. Se puede gestionar, pero desde la claridad de lo que necesitamos y de las opciones que tenemos. La decisión de qué tipo de deuda adquirir debe ser sobre todo una decisión empresarial y debe tener en cuenta posibles escenarios de dificultad.

Cuando nos enfrentamos a un escenario difícil, los términos de la negociación cambian radicalmente si tenemos avales personales en la empresa familiar. Aunque son una necesidad en los comienzos, deben retirarse tan pronto como sea posible. A medida que generamos caja y aunque invirtamos casi todo en el negocio nunca debemos descuidar la estabilidad societaria y familiar.

Entre estas y otras reflexiones, cerramos la mesa con una conversación en torno a un problema muy actual – los problemas de vocación, de continuidad y la actividad de fondos que buscan comprar empresas familiares haciendo ofertas muy altas. Todos los participantes aunque se creen obligados a considerar ofertas, el vínculo emocional con el proyecto familiar es muy fuerte tanto para ellos como para sus familias. Todos mostraron su fuerte vocación de continuidad al frente de sus empresas familiares, de seguir luchando en cualquier escenario.

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2006

Nace Fundación NUMA

En 2007, el proceso de reflexión familiar iniciado el año anterior culmina con la creación de la Fundación Numa. La familia Sanz Gras se da cuenta de que la necesidad de conocimiento, de no repetir los errores del pasado y de dar respuesta a los desafíos del futuro son vividos y experimentados por muchas familias empresarias. Por ello, deciden compartir con otras familias y colectivos lo aprendido con el estudio, con el trabajo de campo y en el programa PWM de Chicago.

2006-2009

Consolidación del Grupo NUMA

2006 es el inicio de una nueva etapa. Don José Ramón Sanz, doña Marisa Gras y sus dos hijos, Jorge y Alejandro, comienzan un periodo de reflexión que lleva a la creación de un Consejo de Familia presidido por Dña. Marisa Gras, donde se tratan temas estrictamente familiares, y el Consejo de Administración del Grupo Numa, presidido por D. José Ramón.

 

Conscientes de que la familia se enfrentaba a una nueva etapa, decide buscar formación. En 2007 la familia asiste al curso de gestión del patrimonio familiar que imparte Stuart Lucas en la Universidad de Chicago, un referente en todo el mundo. Como resultado, se hace más clara la visión global y se encuentran respuestas a algunas de las inquietudes de la familia.

 

En 2009 se firma la constitución familiar. Se realiza el diseño y la construcción de la organización y del sistema de gobernanza del Grupo NUMA. Alejandro y Jorge comienzan sus actividades empresariales individuales. 

 

En 2007, se crea la Fundación Numa.

 

Conscientes de que la familia se enfrentaba a una nueva etapa decide buscar formación. En 2007 la familia asiste al curso de gestión del patrimonio familiar que imparte Stuart Lucas en la Universidad de Chicago, un referente en todo el mundo. Como resultado, se hace más clara la visión global y se encuentran respuestas a algunas de las inquietudes de la familia.

2005

Continuidad del proyecto empresarial

En 2005, la familia Sanz Gras integra Dalphimetal en TRW Automotive, cuyas actividades eran complementarias. Tanto clientes como trabajadores apoyaron esta decisión que, en años posteriores, se demostró que fue la más adecuada para la continuidad del proyecto de Dalphimetal.

 

Tras darse a conocer el acuerdo, gran parte del personal de Dalphimetal hace llegar la familia su agradecimiento por los años pasados y las decisiones tomadas para asegurar el crecimiento y continuidad de Dalphimetal España.

1995-2005

Actividades de innovación

En estos años, se generaliza el uso de los airbags clocksprings y Dalphimetal aprovecha la oportunidad de introducirse en este nuevo mercado con el apoyo de Petri, coinventora del airbag con Mercedes.

 

Desarrollo de la segunda capa de piel que redujo el coste del volante de cuero en un 50%, generalizando así su uso.

 

Desarrollo y producción del primer esqueleto de magnesio reciclable y reutilizable de volante, reduciendo su peso un 40%.

Desarrollo internacional

Se fundan nuevas empresas con la participación de PETRI AG:  DMP, DMI y DMS. Y se crean, también, los centros de I+D en Vigo, Valladolid, Portugal el Reino Unido y Francia.


Entrada en Francia a través de la compra de la división de volantes de Faurecia.

Comienzo de actividades en Portugal con la creación de Dalphimetal Portugal junto con PETRI AG.


Presencia en Turquía a través de la participación minoritaria junto con PETRI en la sociedad PIMSA DIREKSIYON – Turquía.


Y damos respuesta a la presencia global de nuestros clientes a través del cruce de capital con la sociedad Nihon Plast, empresa familiar japonesa con presencia en EEUU y Asia.

1992

Comprometidos con la sociedad

En 1992 Dalphimetal firma un acuerdo con la ONCE para la apertura de tres Centros Especiales de Empleo para fabricar volantes de cuero, que crearían 400 puestos de trabajo para personas con discapacidad. Se trata de un trabajo que exige tiempo, esmero y unas manos expertas. Llegarán a producir 2,5 millones de volantes al año.

 

Dalphimetal recibe varias premios por estos centros,  entre ellos, el premio INSERTA, en reconocimiento a la labor social de esta iniciativa.

1990

Separación familiar de actividades

En 1990 las distintas ramas de la familia Castellón deciden separar sus actividades industriales a través de un intercambio de acciones entre las distintas empresas de la familia. La familia Daumal Castellón se queda Castellón S.A., mientras que las familias Gras Castellón y Sanz Gras continúan con su actividad en Silenciadores PCG y con el desarrollo de Dalphimetal España.

1987

Alianza con Petri: los airbags

En 1987 la empresa alemana Petri, líder mundial en volantes, entra en el capital de Dalphimetal y da soporte a la expansión internacional. En etapas posteriores comenzará la exportación para la UE y posteriormente se abrirán plantas en el norte de Portugal, Túnez, Francia y Turquía.

1974

Dalphimetal y el primer volante de Poliuretano

Don Luis Gras y su esposa doña Nuria Castellón crean en 1974 Dalphimetal España tras conseguir una licencia técnica de la empresa francesa del mismo nombre. En su arranque se dedicará a fabricar los primeros volantes de poliuretano.

 

En 1975 don José Ramón Sanz entra en la familia Gras al contraer matrimonio con doña Marisa Gras Castellón. Desde el primer día se incorpora a las empresas de la familia y pasa junto a su esposa, que ya colaboraba en los distintos negocios familiares, a ser accionistas de Dalphimetal.

 

Don José Ramón Sanz empieza su andadura profesional en las plantas de producción de Dalphimetal España, recorriendo sucesivamente todas las áreas de la empresa hasta llegar a ocupar la presidencia y su dirección general.

 

El lema de la familia es “El cliente es el rey”. Aplicado con rigor y profesionalidad conduce a Dalphimetal a una rápida expansión que comienza en España, con la construcción de fábricas en Vigo, Porriño y Valencia.

1924

Los comienzos

En 1924 don Pedro Castellón, excelente mecánico, abre en Barcelona un taller para reparar automóviles. Ante la escasez de medios y materias primas de la época, comienza a producir en su taller los cables y piezas que necesitaba para las reparaciones que le solicitaban.

 

De esta forma comienza la andadura profesional de la familia Castellón, en la que poco a poco y a pesar de lo inhabitual para la época se van incorporando al negocio las tres hijas del matrimonio de don Pedro Castellón y doña Ana García.

 

En 1947 don Luis Gras pasa a formar parte de la familia Castellón al contraer matrimonio con doña Nuria Castellón, segunda hija de don Pedro y doña Ana, y se incorpora a la empresa.

 

Poco después se abre en Barcelona el primer taller de fabricación de cables de acelerador, embrague y freno para el recambio del automóvil.

1950

El negocio crece

Apoyado por su esposa Nuria y por el resto de la familia, don Luis Gras, hombre emprendedor y entusiasta, decide comenzar una nueva aventura en Madrid, y en 1950 el matrimonio Gras abre otro taller en lo que es hoy la sede de la Fundación NUMA.