Gobernanza en la empresa familiar: construir y gestionar

gobernanza en la empresa familiar

Gobernanza en la empresa familiar: construir y gestionar

El pasado miércoles 18 de octubre tuvo lugar la jornada “Construir y gestionar: la gobernanza en la empresa familiar” en el Foro de la Empresa Familiar, que la Fundación Numa organiza periódicamente en el Club Cámara de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid.

La gobernanza como pilar de la continuidad empresarial

Este día fue la última convocatoria de un ciclo que hemos dedicado a la gobernanza en la empresa familiar. Es un tema complejo que recoge todas las peculiaridades y problemáticas fundamentales de las empresas familiares y que es decisivo para garantizar la continuidad.

Comenzamos la sesión con un diálogo entre José Ramón Sanz Pinedo , presidente de la Fundación NUMA y Julio Cazorla Aiguabella , CEO y Fundador de Family & Business Counselors. También participó como moderador Ricardo Molina Oltra, consejero de la Fundación Numa.

Julio Cazorla dio comienzo al intercambio recodando la relación etimológica entre la palabra gobernanza y el timón de un barco. En la empresa familiar es común aludir a la figura de un capitán que decide el rumbo y que suele ser el fundador, la persona que ha dedicado toda su energía al éxito de la empresa.

Un sistema de gobernanza no va a ser consolidado por el fundador. El fundador por lo general va a estar centrado en sacar adelante la empresa, y quizá ha podido tener un momento de caída del caballo donde piense en quién va a continuar su labor. – Julio Cazorla

Es frecuente que esta figura, que goza de un enorme respeto y de autoridad en la familia, se vuelque en la empresa totalmente y no llegue a planificar bien que ocurrirá después de él.  Al fin y al cabo, la cuestión de la continuidad y la necesidad de una gobernanza que la permita es un problema sólo si la empresa ha sido exitosa, tiene proyección futura y está generando excedentes.

El papel del fundador y la transición generacional

El cambio de perspectiva suele ocurrir en lo que Julio denominó “generación uno y medio”. El momento en el que los hijos ya trabajan y ocupan cargos de responsabilidad en la empresa, pero bajo el liderazgo del fundador. Es natural que en esta convivencia se empiece a esbozar la necesidad de una transformación y de un planteamiento de futuro.

La gobernanza comienza en este momento que debemos afrontar pensando en nuestras necesidades inmediatas y a medio plazo. A este respecto, José Ramón Sanz apuntó cómo, en su experiencia, muchas familias empresarias se topan de forma brusca con un escenario en el que el éxito de la empresa y su crecimiento son más rápidos que nuestra capacidad de evolucionar.

Por eso es importante, dijo el asesor, no perder la perspectiva, ser capaz de mantener nuestra mirada en las necesidades que empresa y familia van a tener el día de mañana, y tener listas estructuras de gobernanza adecuadas que nos permitan resolver situaciones difíciles y tomar decisiones sin controversias. El órgano principal debe ser un consejo de familia.

Hay algunas empresas que ya en primera generación han adquirido suficiente complejidad para merecer órganos de gobernanza y gestión patrimonial acordes. En cualquier caso, no es algo que el fundador pueda hacer solo. Necesitará consenso en la familia y el apoyo de expertos, señala Cazorla.

El objetivo de toda familia empresaria es seguir creando valor a lo largo de generaciones. Tarde o temprano, por su propio ciclo vital, por cambios tecnológicos o por el motivo que sea; la empresa fundacional puede terminar y nos tenemos que haber preparado para el día de mañana.

La trayectoria vital de las empresas

Con respecto a esta trayectoria vital de las empresas, Julio Cazorla comentó cómo, independientemente de sus circunstancias, las familias empresarias de éxito tienen en común haber creado sistemas de valores fuertes y compartidos por toda la familia. No sólo los tienen de palabra, sino que han podido instituir formas de participar en el desarrollo personal y cultural de los miembros de la familia.

“Cuando se genera más dinero del que necesita la empresa para crecer, hay que ir creando un patrimonio. Una tentación es la de invertir en el mismo sector de la empresa o holding empresarial, porque es lo que conoce el empresario. Pero es necesario diversificar de verdad.” – Julio Cazorla

Es una buena base para poder crear un consentimiento sistemático que permita a la familia dar un paso al frente y decidir juntos qué quieren ser como familia, como empresa y como patrimonio. Qué queremos que hagan las próximas generaciones y cómo vamos a comportarnos ante un eventual fin de la actividad empresarial fundacional.

José Ramón Sanz incidió en este punto, en la necesidad de pasar de la teoría a la práctica. La voluntad de mantenerse unidos es crucial, pero no es suficiente – se necesita una praxis profesional. Los principios y valores tienen que reflejarse en políticas y restricciones para los miembros de la familia y en decisiones empresariales concretas. También en un sistema de reporte que permita que la familia vea que sus decisiones se están materializando y cuál está siendo su resultado.

“Si la familia ya ha hecho su trabajo los profesionales de la empresa son los que se ponen a trabajar, a poner en práctica las directrices de la familia.” – José Ramón Sanz

Proceso reflexión familiar: clave para superar momentos críticos

Julio Cazorla recomendó que los procesos de reflexión en la familia tengan un fruto escrito. Las reglas y pactos que se acuerden deben recogerse en un protocolo. Aunque se ha trabajado bastante mal en España, es muy útil si se concibe y se implementa bien. El protocolo es importante para definir bien la figura de un accionista responsable y para ayudar a las familias en momentos de transición. Nos dota de reglas que son fruto de un acuerdo común y nos ayuda a sentar las reglas del juego.

Esos momentos de transición son delicados. En primera generación pueden aparecer conductas que hacen difícil la sucesión. Esto es especialmente cierto si la sucesión es súbita y la familia puede no estar lista para hacerse cargo. Siempre debemos tener a la vista los momentos críticos a los que se enfrenta toda empresa familiar – entre ellos la sucesión – y tener miembros de la familia elegidos y preparados para ejercer cargos de responsabilidad.

La testamentaría, puso como ejemplo José Ramón Sanz, es uno de esos momentos delicados que puede ser desastroso si no se anticipa y planifica bien. Como familia empresaria, nuestra misión fundamental es defender nuestra capacidad de creación de valor mientras lidiamos con un entorno cambiante y vamos superando estos momentos críticos. Las empresas familiares son resilientes, pero es algo que debe instituirse con una gobernanza adecuada.

Aunque nos quedamos sin tiempo, cerramos la sesión atendiendo a las preguntas del público y reflexionando sobre lo importante que es para las familias empresarias caracterizar bien el legado: todo aquello que desean transmitir y que incluye valores, relaciones personales, cultura, conocimiento y otros intangibles fundamentales.

Conclusión

En resumen, se instó a los presentes a tomar consciencia del ciclo de vida de las empresas familiares. A mantener una perspectiva a largo plazo, que nos permita dotarnos hoy de las herramientas que necesitaremos mañana. Hablamos de los momentos delicados y de la necesidad de mantener y fomentar tanto la cohesión como el consenso en torno a un patrimonio compartido.

“Las empresas familiares son fundamentales para la economía y para la sociedad; tienen que superar todo tipo de escenarios y lo han hecho siempre en base al amor, la confianza, la cooperación y el arraigado a su territorio, y eso es lo que debemos seguir haciendo.” – José Ramón Sanz

La clave de la gobernanza es un conocimiento preciso de nuestras necesidades, que el fundamento sea un Consejo de Familia en el que se expresa tanto la voluntad de seguir juntos como un entendimiento compartido de los desafíos por delante. Los acuerdos deben ser sinceros, redactarse de forma profesional y aclararse por escrito. Todos debemos obrar con sacrificio y generosidad.

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2006

Nace Fundación NUMA

En 2007, el proceso de reflexión familiar iniciado el año anterior culmina con la creación de la Fundación Numa. La familia Sanz Gras se da cuenta de que la necesidad de conocimiento, de no repetir los errores del pasado y de dar respuesta a los desafíos del futuro son vividos y experimentados por muchas familias empresarias. Por ello, deciden compartir con otras familias y colectivos lo aprendido con el estudio, con el trabajo de campo y en el programa PWM de Chicago.

2006-2009

Consolidación del Grupo NUMA

2006 es el inicio de una nueva etapa. Don José Ramón Sanz, doña Marisa Gras y sus dos hijos, Jorge y Alejandro, comienzan un periodo de reflexión que lleva a la creación de un Consejo de Familia presidido por Dña. Marisa Gras, donde se tratan temas estrictamente familiares, y el Consejo de Administración del Grupo Numa, presidido por D. José Ramón.

 

Conscientes de que la familia se enfrentaba a una nueva etapa, decide buscar formación. En 2007 la familia asiste al curso de gestión del patrimonio familiar que imparte Stuart Lucas en la Universidad de Chicago, un referente en todo el mundo. Como resultado, se hace más clara la visión global y se encuentran respuestas a algunas de las inquietudes de la familia.

 

En 2009 se firma la constitución familiar. Se realiza el diseño y la construcción de la organización y del sistema de gobernanza del Grupo NUMA. Alejandro y Jorge comienzan sus actividades empresariales individuales. 

 

En 2007, se crea la Fundación Numa.

 

Conscientes de que la familia se enfrentaba a una nueva etapa decide buscar formación. En 2007 la familia asiste al curso de gestión del patrimonio familiar que imparte Stuart Lucas en la Universidad de Chicago, un referente en todo el mundo. Como resultado, se hace más clara la visión global y se encuentran respuestas a algunas de las inquietudes de la familia.

2005

Continuidad del proyecto empresarial

En 2005, la familia Sanz Gras integra Dalphimetal en TRW Automotive, cuyas actividades eran complementarias. Tanto clientes como trabajadores apoyaron esta decisión que, en años posteriores, se demostró que fue la más adecuada para la continuidad del proyecto de Dalphimetal.

 

Tras darse a conocer el acuerdo, gran parte del personal de Dalphimetal hace llegar la familia su agradecimiento por los años pasados y las decisiones tomadas para asegurar el crecimiento y continuidad de Dalphimetal España.

1995-2005

Actividades de innovación

En estos años, se generaliza el uso de los airbags clocksprings y Dalphimetal aprovecha la oportunidad de introducirse en este nuevo mercado con el apoyo de Petri, coinventora del airbag con Mercedes.

 

Desarrollo de la segunda capa de piel que redujo el coste del volante de cuero en un 50%, generalizando así su uso.

 

Desarrollo y producción del primer esqueleto de magnesio reciclable y reutilizable de volante, reduciendo su peso un 40%.

Desarrollo internacional

Se fundan nuevas empresas con la participación de PETRI AG:  DMP, DMI y DMS. Y se crean, también, los centros de I+D en Vigo, Valladolid, Portugal el Reino Unido y Francia.


Entrada en Francia a través de la compra de la división de volantes de Faurecia.

Comienzo de actividades en Portugal con la creación de Dalphimetal Portugal junto con PETRI AG.


Presencia en Turquía a través de la participación minoritaria junto con PETRI en la sociedad PIMSA DIREKSIYON – Turquía.


Y damos respuesta a la presencia global de nuestros clientes a través del cruce de capital con la sociedad Nihon Plast, empresa familiar japonesa con presencia en EEUU y Asia.

1992

Comprometidos con la sociedad

En 1992 Dalphimetal firma un acuerdo con la ONCE para la apertura de tres Centros Especiales de Empleo para fabricar volantes de cuero, que crearían 400 puestos de trabajo para personas con discapacidad. Se trata de un trabajo que exige tiempo, esmero y unas manos expertas. Llegarán a producir 2,5 millones de volantes al año.

 

Dalphimetal recibe varias premios por estos centros,  entre ellos, el premio INSERTA, en reconocimiento a la labor social de esta iniciativa.

1990

Separación familiar de actividades

En 1990 las distintas ramas de la familia Castellón deciden separar sus actividades industriales a través de un intercambio de acciones entre las distintas empresas de la familia. La familia Daumal Castellón se queda Castellón S.A., mientras que las familias Gras Castellón y Sanz Gras continúan con su actividad en Silenciadores PCG y con el desarrollo de Dalphimetal España.

1987

Alianza con Petri: los airbags

En 1987 la empresa alemana Petri, líder mundial en volantes, entra en el capital de Dalphimetal y da soporte a la expansión internacional. En etapas posteriores comenzará la exportación para la UE y posteriormente se abrirán plantas en el norte de Portugal, Túnez, Francia y Turquía.

1974

Dalphimetal y el primer volante de Poliuretano

Don Luis Gras y su esposa doña Nuria Castellón crean en 1974 Dalphimetal España tras conseguir una licencia técnica de la empresa francesa del mismo nombre. En su arranque se dedicará a fabricar los primeros volantes de poliuretano.

 

En 1975 don José Ramón Sanz entra en la familia Gras al contraer matrimonio con doña Marisa Gras Castellón. Desde el primer día se incorpora a las empresas de la familia y pasa junto a su esposa, que ya colaboraba en los distintos negocios familiares, a ser accionistas de Dalphimetal.

 

Don José Ramón Sanz empieza su andadura profesional en las plantas de producción de Dalphimetal España, recorriendo sucesivamente todas las áreas de la empresa hasta llegar a ocupar la presidencia y su dirección general.

 

El lema de la familia es “El cliente es el rey”. Aplicado con rigor y profesionalidad conduce a Dalphimetal a una rápida expansión que comienza en España, con la construcción de fábricas en Vigo, Porriño y Valencia.

1924

Los comienzos

En 1924 don Pedro Castellón, excelente mecánico, abre en Barcelona un taller para reparar automóviles. Ante la escasez de medios y materias primas de la época, comienza a producir en su taller los cables y piezas que necesitaba para las reparaciones que le solicitaban.

 

De esta forma comienza la andadura profesional de la familia Castellón, en la que poco a poco y a pesar de lo inhabitual para la época se van incorporando al negocio las tres hijas del matrimonio de don Pedro Castellón y doña Ana García.

 

En 1947 don Luis Gras pasa a formar parte de la familia Castellón al contraer matrimonio con doña Nuria Castellón, segunda hija de don Pedro y doña Ana, y se incorpora a la empresa.

 

Poco después se abre en Barcelona el primer taller de fabricación de cables de acelerador, embrague y freno para el recambio del automóvil.

1950

El negocio crece

Apoyado por su esposa Nuria y por el resto de la familia, don Luis Gras, hombre emprendedor y entusiasta, decide comenzar una nueva aventura en Madrid, y en 1950 el matrimonio Gras abre otro taller en lo que es hoy la sede de la Fundación NUMA.