El pasado 20 de octubre se celebró la jornada titulada Manual de supervivencia para familias empresarias, organizada por el Consejo de Empresa Familiar de CEIM – Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, con la colaboración de la Fundación NUMA, Cuatrecasas y la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, en donde se abordó el el acoso que sufre la empresa familiar.
José Ramón Sanz Pinedo, presidente de la Fundación Numa y presidente del Consejo Familiar de CEIM, participó hablando sobre las dificultades a las que se enfrentan actualmente los empresarios españoles para hacer que sus empresas sean competitivas. Bajo el título Acoso a la empresa familiar, expuso ante la audiencia una serie de datos extraídos de distintas fuentes de información que muestran el escenario desfavorable para la actividad empresarial en nuestro país. “El objetivo de esta reflexión no es desanimar a los empresarios, sino que conozcan y tomen conciencia de la realidad”, dijo Sanz Pinedo durante su presentación. “Una vez hecho esto el siguiente paso, como bien aconsejan los neurólogos, es aceptar esta realidad, porque sólo desde ahí es posible seguir trabajando para el crecimiento y perdurabilidad de nuestras empresas”, agregó.
Pensando a largo plazo
Partimos de la realidad de que los empresarios piensan a largo plazo, y más aún en el caso de los empresarios familiares que a lo largo del tiempo realizan numerosas operaciones corporativas para adaptarse al mercado. Este acoso a la empresa familiar afecta a su capacidad de planificación y crecimiento.
Adaptación y relevancia de las empresas familiares
Hay algunos estudios, como el que realizó Zellweger[i] que observan a las familias empresarias a lo largo de muchos años y cómo a través de todo tipo de operaciones, venta, adquisición, fusión, escisión etc se adaptan al entorno modificando su portfolio de negocios. Las empresas pueden cambiar o desaparecer pero la familia no cesa sus actividades empresariales, y mantiene su propósito de crear riqueza para todos.
mportancia de la empresa familiar
Por esta actividad perseverante, las empresas familiares son especialmente relevantes en todos los países por su aportación de riqueza; por el empleo que crean y su aportación a las arcas públicas, y por tanto, siendo, sin duda, un factor de estabilidad.
Definición de la empresa familiar
Así, para trabajar la continuidad, debemos tener claro qué es una empresa, y más concretamente qué es una empresa familiar. “Toda empresa es un sistema económico y social de cooperación integrado por la organización, los stakeholders y, en nuestro caso, por la familia que situamos en el centro porque es el motor de todas las actividades”. Pero, además, “este sistema trabaja en un entorno que es el mercado y hoy en día es un mercado global; esta realidad es fundamental para la competitividad”, apunta José Ramón Sanz.
Estrategias globales y papel del gobierno
El presidente de la Fundación Numa afirma que “para conservar el Legado Patrimonial Familiar debemos implementar estrategias globales de crecimiento y diversificación para minimizar los riesgos a largo plazo, ya que para la familia empresaria el éxito es la continuidad sostenible de su negocio y la conservación de Legado Patrimonial Familiar a lo largo de generaciones”. Es papel de los gobiernos, por su parte, crear el marco y las condiciones adecuadas para que las empresas puedan ser competitivas y crecer.
El modelo Kano
La competitividad empieza con el cliente. Cumplir sus expectativas y, por tanto, conseguir su satisfacción, va a suponer que sea leal a nuestra oferta y por tanto nos permita mantenernos en el mercado. Esto es precisamente lo que analiza el modelo Kano: la satisfacción del cliente.
La matriz muestra cómo, al superar las expectativas del cliente, éste va a pensar en nosotros como la primera opción para satisfacer sus demandas; al mismo tiempo esta alta satisfacción eleva su nivel de exigencia y por tanto, para estar a la altura, debemos innovar. De este modo, el cliente es el motor de nuestra innovación y entramos así en un círculo virtuoso de alta ejecución y alta satisfacción que nos hace innovadores y por ende más competitivos.
“Sin embargo”, sigue Sanz,
no debemos olvidar que hay factores externos de competitividad que difícilmente podemos cambiar como es por ejemplo el marco regulatorio, o la estabilidad institucional. Hace ya unos años, siendo ministro de Economía Luis de Guindos, el Ministerio hizo un informe en el que se identificaban 130 umbrales regulatorios que frenaban el crecimiento de las empresas. No podemos cambiarlo pero sí podemos evidenciarlo y seguir insistiendo para que se supriman.
Situación económica y presión fiscal
La situación económica actual, continúa Sanz, queda reflejada en las cuentas de resultados de las empresas. Las magnitudes como el EBITDA, que son la base de cálculo de valor de la empresa y referencia para los bancos y financiadores, están bajando y las perspectivas futuras es que lo siga haciendo.
En contrapartida, el sector público está en mejor situación aunque ello no se refleje en la eficiencia, ya que España presenta la más baja de Europa, seguida de Portugal e Italia. Y no parece que la razón sea un problema de ingresos porque la presión fiscal ha aumentado un 22% en los últimos cinco años y la imposición patrimonial es un 40% mayor que la media de la UE. “Por ello”, concluye Sanz Pinedo, “no podemos compartir la afirmación mediática y propagandística de que en España se pagan pocos impuestos; de hecho, la recaudación del Estado ha aumentado enormemente pero el déficit también”.
Inflación y recaudación pública
Al aumento de la recaudación ha contribuido la inflación y la decisión del actual Gobierno de no deflactar el IRPF, con la lógica pérdida para los ciudadanos. José Ramón citó textualmente la conclusión del Banco de España en uno de sus boletines económicos:
La inflación ha sido un factor decisivo en la dinamización de los ingresos públicos, siendo de menor o casi inexistentes los efectos derivados de la actividad económica o las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno.
Diferencias salariales y empleo público
Otro dato poco alentador es la brecha enorme entre los salarios de los trabajadores públicos y los privados, que cobran un 32% menos. Además, el número de personas que reciben “nóminas” públicas, entre empleados, pensionistas y perceptores de desempleo, está por encima de los quince millones, y su tendencia es creciente. Teniendo en cuenta que el número de asalariados privados apenas supera los diecisiete millones, estamos en una situación que cualquier persona puede vislumbrar como poco sostenible a medio y largo plazo.
Consecuencias de las decisiones políticas
José Ramón Sanz señala que “las decisiones políticas tienen consecuencias y no siempre benefician a los que los políticos dicen querer beneficiar”. Un buen ejemplo de ellos son las cotizaciones sociales. Un estudio de la Universidad Carlos III demuestra que:
“Hay una correlación entre las elevadas cotizaciones y la tasa de empleo. Cada punto de aumento de las cotizaciones sociales está asociado a una disminución de medio punto de la tasa de empleo.”
“Obviamente esto no beneficia a los trabajadores, y quizá es una de las razones que explican la elevada tasa de desempleo en España”, señala Sanz.
Comunicando la contribución empresarial
El presidente de la Fundación Numa mencionó de pasada las descalificaciones y ataques injustos que han recibido los empresarios en los últimos tiempos. Animó a los empresarios a comunicar y difundir a través de los medios su contribución, al PIB, a las cotizaciones sociales, lo que pagan por el impuesto de sociedades y el dinero que dedican a la inversión. “Son cifras incontestables. Y la comunicación y difusión de su actividad empresarial y aportación es la única manera de luchar contra los insultos”.
Llamado a dejar trabajar a los empresarios
Sanz aludió, y suscribió, las palabras de Andrés Sendagorta, presidente del IEF – Instituto de la Empresa Familiar, y de Miguel Garrido, presidente de CEIM, que en un artículo y una entrevista respectivamente, recordaban la enorme contribución que hacen las empresas a la sociedad y pedían a los gobernantes que les dejen seguir siendo competitivos. No reclamaban ayudas, sino que les dejen seguir haciendo su trabajo sin trabas y dificultades.
Optimismo y resiliencia empresarial
Aún así, las encuestas reflejan que la sociedad española tiene una buena opinión de los empresarios. Y desde el Área de Nuevas Generaciones del Consejo de Empresa Familiar de CEIM, y con la ayuda de la Fundación Numa, se está trabajando para mejorar la reputación de las empresas y empresarios.
Sin embargo, la campaña de desprestigio desde instancias políticas tiene “efectos no deseados” como la desafección de las nuevas generaciones de la empresa familiar, la disminución de vocaciones empresariales, el descenso de la creación de empresas y la desaparición de empresas familiares rentables por falta de relevo generacional.
José Ramón sintetizó la situación actual representándola en un triángulo cuyo centro son los efectos no deseados. Uno de esos ejes es la dimensión del tejido empresarial español. Otros dos son el entorno mediático y la opinión de la sociedad española sobre los empresarios.
Ante esta situación, Sanz cree que el empresario, tal y como dijo al comienzo de su ponencia, debe aceptar la realidad y preguntarse qué puede y debe hacer: “Las propuestas de algunos filósofos son una guía porque apelan a nuestra racionalidad y nos recuerdan que si queremos un mundo mejor no queda más remedio que comprometerse”.
El Presidente de la Fundación Numa finalizó con un mensaje optimista. A pesar de todo, “el PIB ha crecido a lo largo del tiempo aprovechando los escenarios favorables y superando múltiples crisis. Los empresarios tenemos, y debemos seguir impulsando nuestras empresas, y seguir trabajando cada día para que nuestra visión, nuestro sueño se haga realidad, tal y como hemos hecho y seguimos haciendo miles de familias empresarias”.
[i] Zellweger, T; Nason,R; Nordqvist, M. (2011). From Longevity of Firms to Transgenerational Entrepreneurship of Families: Introducing Family. Family Business Review.
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