Un 77 por ciento de los españoles tiene una visión positiva (63%), o muy positiva (14%), de los empresarios. Sólo un 3% tiene una visión muy negativa. Esta es una de las conclusiones del Primer Barómetro de Valoración del Empresario, promovido por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).

Llama la atención la diferencia entre quienes han emprendido y quienes no. Mientras que entre quienes no son o han sido empresarios sólo un 11% tiene una imagen “muy positiva”, entre los emprendedores la comparten un 19%. Es decir, quienes han pasado por esa experiencia, tienen una mejor imagen de los empresarios.

Contribución al bienestar general

¿En qué medida contribuyen los empresarios al bienestar general? A esta cuestión, los entrevistados podían responder en una escala de 0 (no contribuyen en nada) a 10 (contribuyen mucho). La nota media es de 7,5, de modo que también aquí se abunda en la valoración positiva de los empresarios.

Una imagen buena, pero que va a peor

Ahora, lo que resulta preocupante es que el 24% dice que su impresión de la labor que realizan los empresarios es peor que hace un año, frente a sólo un 13% que dice que ha mejorado. Sólo entre los más jóvenes, de 18 a 29 años, son más (el 19%) quienes dicen que ha mejorado frente a quienes tienen hoy una peor imagen de ellos (16%). En los otros tramos de edad ocurre lo contrario, y cuanto mayor es un español, más probabilidades hay de que su impresión es ahora peor. De nuevo, entre quienes han emprendido ha caído menos la imagen del empresario que entre quienes no lo han hecho.

Es muy importante descender al detalle de las razones por las que la imagen ha mejorado o empeorado. En el primer capítulo están la ejemplaridad, por encima de todas, seguida por la trayectoria, la creación de empleo o su contribución al crecimiento económico, o a la sociedad en general.

El papel de la política

Pero ¿qué factores han contribuido a la pérdida de imagen de los empresarios? El primero, el más importante, con un 28% de las respuestas, es difícil de interpretar. Aparece bajo el epígrafe Gobierno/Política nacional. Es cierto que desde al menos una parte del Gobierno se han lanzado invectivas contra empresarios particulares, y se les ha responsabilizado de problemas macroeconómicos, como la inflación. ¿Se referirá el informe a eso?

Afortunadamente, contamos con la aclaración por parte de Narciso Michavila, presidente de GAD3, empresa que ha conducido la encuesta, quien declaró en la presentación del informe que “este empeoramiento se debe en buena medida a los debates públicos y políticos en España”.

Este barómetro “arroja luz entre tanta polarización y pregunta directamente a los españoles por su opinión (…). Por otro lado, nos da pistas de cuáles son las principales dificultades que puede encontrar la población a la hora de emprender, como son la falta de capital o la preferencia por la estabilidad laboral”.

Tras las tensiones que se generan en el ámbito de la política y se vuelcan sobre los medios de comunicación, le siguen un conjunto de críticas o prejuicios hacia los empresarios, como que sólo buscan el beneficio propio, o que habrían contribuido a que suban los precios.

Peor conciliación

Otro de los hallazgos de este primer barómetro es que casi nueve de cada diez ciudadanos reconoce que los empresarios asumen más responsabilidades que los trabajadores, y en torno al 60% está de acuerdo con que cogen menos vacaciones, duermen menos horas y tienen una peor conciliación de la vida profesional con la familiar. El 65% cree que las mujeres empresarias tienen mayores dificultades para desempeñar su función de empresarias.

Para conocer la opinión de los españoles, el AVE ha conducido una encuesta de ámbito nacional, con 2.565 entrevistas de unos 8 a 9 minutos cada una, con 39 preguntas.

Admiran a empresarios particulares

Dos de cada cinco ciudadanos admiran a algún empresario particular. Por lo general, se identifica al empresario con valores como la innovación, la generación de riqueza o de empleo, la creatividad y la buena gestión.

Contentos con haber emprendido

Parte de la encuesta se centra en los empresarios, y les pregunta si se sienten satisfechos con haber emprendido. Un 42% dice sentirse “bastante satisfecho”, más un 22% que dice estar “muy satisfecho”, para un 63% total que han mostrado su satisfacción con haberlo hecho. Esa satisfacción es mayor en los hombres (65%) y en los jóvenes de 18 a 29 años (76%).

El beneficio económico (20%) está entre los principales motivos de satisfacción de los empresarios, pero es interesante ver que no es el primero ni el único. Un 27% menciona los logros de la actividad, y un 19% menciona la realización personal. La autonomía, la vocación, el aprendizaje o la ayuda a otras personas están entre los motivos de satisfacción de los empresarios.

Emprender es difícil

En el otro lado de la moneda está la insatisfacción y sus motivos. Y el principal son los impuestos (lo menciona un 24% de los encuestados). Le siguen el poco éxito o el fracaso en sus actividades empresariales (21%), las pocas ayudas e incentivos (13%), y los trámites y la burocracia (10%).

La imagen de los empresarios, en suma, es positiva aún a pesar de haberse deteriorado en el último año. Pero hay una barrera para que haya más empresarios, y es que sólo el 17% considera que emprender es fácil en España. Pero el principal freno al emprendimiento, según la encuesta, es la falta de capital. Por otro lado, el 76% considera que el sector privado debería jugar un mayor papel en la sociedad. Esta idea cae dramáticamente en el caso de los menores de 29 años.

Aportación al fisco y empleo

El informe recoge los datos de la EPA, según los cuales el 84,3 por ciento de los empleados trabajan en el sector privado. Son 17.194.205 trabajadores de 20.390.583. El resto trabaja para las Administraciones Públicas. El reparto de la contribución a la renta nacional es parecido. Utilizando los datos del INE, calculan que el sector empresarial aporta el 85,2% del PIB, 1,2 billones de euros, por los 0,18 billones del sector público.

El informe desglosa por comunidades autónomas la distribución del empleo en función de si es público o privado. Las regiones con una mayor preeminencia del empleo privado son Cataluña (87,9%), Islas Baleares (86,3%), Madrid (86,2%), y La Rioja (85,8%). En el extremo opuesto están Extremadura (75,1%), seguida por Castilla y León (80,5%), Castilla-La Mancha (81,9%) y Asturias (82,0%).

No se puede observar la distribución regional de las aportaciones al PIB, pues como recoge el informe, “no es posible separar la parte privada de la pública en el sector sanidad, educación y servicios sociales”.

Inversión y sector privado

Luego se fija en qué actores ejecutan la inversión. Porque “lo que nos interesa no es quién financia la inversión (…), sino qué parte la ejecutan las empresas privadas”. La media nacional es del 90,8%. Encabezando la tabla están las Islas Baleares (93,9%), Madrid (93,7%), Navarra (93,1%), y Asturias (92,6). Y a la cola, Galicia (86,3%), Cantabria (86,5%), y Valencia (87,6%) y Extremadura (87,6%).

Aportación del Impuesto de Sociedades

Según los últimos datos recabados (correspondientes al año 2021), el Impuesto de Sociedades aporta un 10,9% de los casi 300.000 millones de euros en recaudación de las AAPP por impuestos. Pero a ello se suman los ingresos vía IRPF, impuestos a la importación, impuestos especiales, licencias y otros. El español es un mercado muy atomizado. Hay 3.430.663 empresas, de las cuales el 99,9% son Pymes. Y el 95,7% no tienen asalariados o son microempresas.