Constitución, lluvia fina y transmisión del legado

Constitución, lluvia fina y transmisión del legado

La Fundación NUMA y el Club Cámara de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid han organizado un ciclo de gobernanza familiar que comenzó el 13 de abril, con una entrevista a Julio Cazorla Aiguabella, y concluirá el 18 de octubre, en la Plaza de la Independencia. La segunda jornada tuvo lugar el pasado 22 de junio, y tuvo dos partes. La primera fue una entrevista de Ricardo Molina Oltra al presidente de la Fundación Numa, José Ramón Sanz Pinedo, quien explicó cuáles son las cinco dimensiones de la gobernanza.

La segunda parte fue una mesa redonda en la que participaron tres empresarios. Las tres familias empresarias viven momentos diferentes, lo que se manifiesta en que se enfrentan a retos diferentes por lo que se refiere a la gobernanza familiar.

Tres historias

Nos acompañó ELENA A. Su abuelo y su tío abuelo crearon la empresa de material sanitario Indas en los años 50. Dos décadas más tarde, su padre y su tío, ya en la segunda generación, lideraban el grupo empresarial. “Pero cuando muere mi tío, mi padre decide vender el negocio”, venta que se produce en 2007. Tras este evento de liquidez, comienzan a trabajar la gestión del patrimonio familiar, lo que recae en la tercera generación. También mantienen la actividad de FINA BIOTECH S.L.

La situación de Óscar García es distinta. Su padre pertenecía a una familia con diez hermanos, que vivía en un pequeño pueblo de Ávila. Uno de los hermanos, que había ido a Alemania, vuelve con unos ahorros que destina a montar una charcutería. Eran los años 60, en pleno desarrollismo. La empresa ha ido creciendo, pero no al ritmo de la familia. Óscar es el presidente de la asociación La Única Asociación Madrileña de Empresarios de Alimentación y Distribución, que agrupa a pequeñas empresas de comercialización de alimentos en Madrid.

Laly Escudero Ossorio es la presidenta de AEDHE Asociación de Empresarios del Henares. Su padre era el director de una empresa transitaria, y en 1989 decidió crear la suya propia. De modo que los cuatro hermanos han sido testigos de cómo se creó la empresa familiar. El crecimiento de la empresa ha sido muy rápido, y se convierte en una transitaria importante. En 2008, se vende a un fondo de capital riesgo. La familia continúa gestionando el patrimonio, pero también mantiene una actividad empresarial.

De los padres a los hermanos

La persona o el matrimonio que pone en marcha el germen de la actividad empresarial ofrece a los hijos que continúen con el legado, y ese trasvase tiene sus propios retos. En el caso de Laly Escudero, sólo dos de los hermanos se adhirieron a la actividad empresarial. “Tuvimos que aprender sobre la marcha”. Pero en 2013 se muere su padre, y los cuatro hermanos deciden continuar con la gestión del patrimonio familiar. Lo hacen en pie de igualdad, aunque los dos hermanos que llevan años en la actividad, Aurelio y Laly, tienen la última palabra porque conocen mejor el negocio.

En el caso de las tres hermanas Arochena, su padre planificó la sucesión con tiempo. Tuvo en cuenta la formación que necesitarían para hacer frente a la gestión, en función de las preferencias de cada una. “Yo me he centrado en finanzas. Otra hermana se ha especializado en inversión inmobiliaria, otra en inversión hotelera…”. Su padre, aunque no está en el día a día, tiene aún mucho peso. “Nos reunimos con él sólo cuando tenemos que tomar una decisión importante”. “En definitiva”, señala Arochena, “ha sido una transición muy progresiva, planificada y nada traumática”.

Como en el caso de Laly Escudero y Elena Arochena, los 10 hermanos de la generación del padre de Óscar García tenían una igual participación en la empresa. No ocurre lo mismo con los 25 primos, la segunda generación: “Ahora mismo estamos trabajando 6 y todos con perfiles distintos; desde el que dirige hasta el charcutero”. En este caso, el concepto de generación parece más desdibujado que en el caso de unos hermanos. Dice Óscar: “Entre los primos hay mucha diferencia de edad, de manera que a veces dentro de una misma generación hay distintas generaciones”.

La familia ha crecido más rápido que la empresa. Óscar, a la pregunta de si es una buena idea fomentar las iniciativas empresariales cuando ocurre eso, responde afirmativamente: “realmente es el caso del secadero de jamón, porque uno de mis primos lo creó de forma individual”.

Una constitución inglesa

Eso no quiere decir que no tengan normas muy claras en el gobierno de la familia y de la empresa. Pero son acuerdos verbales, que no se han puesto en negro sobre blanco, porque la familia pensó que hacerlo podría generar problemas. En el caso de Óscar García, su familia no tiene escrita la constitución familiar por el fuerte liderazgo de su tío, cuyas indicaciones eran asumidas por el resto de hermanos. Ahora, el líder del grupo está de retirada, aunque se sigue proyectando su sombra sobre la gestión.

Con todo, Óscar considera que sí es necesaria la elaboración de una constitución familiar, y le parece igualmente importante contar con órganos como el de un consejo de familia.

Elena Arochena cuenta que la familia tiene un protocolo escrito en 2008, pero que no llegó a firmarse por discrepancias sobre el régimen matrimonial. Recoge el estado de las ideas sobre gobernanza de ese momento, y les sirvió precisamente para plantearse las cuestiones fundamentales.

Por ejemplo, las hermanas han acordado que los yernos “no entran en el negocio, para no complicar la cosa y preservar la relación conyugal a costa de perder talento”. Otro de los acuerdos es que las tres hermanas, aunque tienen atribuciones distintas, tienen la misma remuneración. “La idea subyacente de mantener todo a partes iguales es que no haya la tentación de dedicar más tiempo a un negocio que otro en el que se tenga más acciones”, dice Elena.

El caso de Eulalia Escudero y sus hermanos es parecido: “También los hermanos tenemos las mismas participaciones”, precisa. “Pero no tenemos una estructura de protocolo, ni de constitución, ni tampoco haya comisiones”. Pero, por sus circunstancias, no están preparando la transmisión del legado a la siguiente generación, que no ha mostrado mayor interés por mantenerlo. “A nadie se le puede imponer el sueño de otro”, sentencia.

Lluvia fina sobre la tercera generación

En el caso de las hermanas Arochena, han ido compartiendo la historia de la familia empresaria, como “una lluvia fina”, a las nuevas generaciones. Por ejemplo, organizaron una visita a la fábrica de Indas que vendieron hace década y media. Pero Elena Arochena es consciente de que la concepción del legado empresarial familiar es menos fuerte en la nueva generación que en la suya, que es más cercana a la de los fundadores. Y esto “es inevitable”, dice Arochena. “Por ello hay que hacer una labor de transmisión de valores que hay que planificar y organizar. Porque si bien con los hijos puede ser más o menos espontáneo”, con la tercera y siguientes generaciones hay que hacer una labor activa de transmisión emocional del legado.

En el turno de preguntas, entre otras cuestiones, se habló de la conveniencia de contar con un asesor. Óscar cree que es una figura que puede ser muy útil, pero que por circunstancias en su familia han recurrido a ella sólo cuando se ha producido un incendio. Elena Arochena incide en esta idea de adelantarse al incendio. Y añade que “una visión externa siempre aporta y es útil para canalizar las conversaciones entre los miembros de la familia, ya que éstas a veces pueden ser muy pasionales”.

José Ramón Sanz incidió en que se tratará este asunto con mayor profusión en la tercera jornada del ciclo de gobernanza, organizado por la Fundación Numa y el Club Cámara dentro del Foro de Empresa Familiar, y que tendrá lugar el 18 de octubre. Pero consideró relevante apuntar que “estas figuras introducen orden y metodología, y miden bien los tiempos, pero es importante que la familia mantenga siempre el liderazgo”.

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2006

Nace Fundación NUMA

En 2007, el proceso de reflexión familiar iniciado el año anterior culmina con la creación de la Fundación Numa. La familia Sanz Gras se da cuenta de que la necesidad de conocimiento, de no repetir los errores del pasado y de dar respuesta a los desafíos del futuro son vividos y experimentados por muchas familias empresarias. Por ello, deciden compartir con otras familias y colectivos lo aprendido con el estudio, con el trabajo de campo y en el programa PWM de Chicago.

2006-2009

Consolidación del Grupo NUMA

2006 es el inicio de una nueva etapa. Don José Ramón Sanz, doña Marisa Gras y sus dos hijos, Jorge y Alejandro, comienzan un periodo de reflexión que lleva a la creación de un Consejo de Familia presidido por Dña. Marisa Gras, donde se tratan temas estrictamente familiares, y el Consejo de Administración del Grupo Numa, presidido por D. José Ramón.

 

Conscientes de que la familia se enfrentaba a una nueva etapa, decide buscar formación. En 2007 la familia asiste al curso de gestión del patrimonio familiar que imparte Stuart Lucas en la Universidad de Chicago, un referente en todo el mundo. Como resultado, se hace más clara la visión global y se encuentran respuestas a algunas de las inquietudes de la familia.

 

En 2009 se firma la constitución familiar. Se realiza el diseño y la construcción de la organización y del sistema de gobernanza del Grupo NUMA. Alejandro y Jorge comienzan sus actividades empresariales individuales. 

 

En 2007, se crea la Fundación Numa.

 

Conscientes de que la familia se enfrentaba a una nueva etapa decide buscar formación. En 2007 la familia asiste al curso de gestión del patrimonio familiar que imparte Stuart Lucas en la Universidad de Chicago, un referente en todo el mundo. Como resultado, se hace más clara la visión global y se encuentran respuestas a algunas de las inquietudes de la familia.

2005

Continuidad del proyecto empresarial

En 2005, la familia Sanz Gras integra Dalphimetal en TRW Automotive, cuyas actividades eran complementarias. Tanto clientes como trabajadores apoyaron esta decisión que, en años posteriores, se demostró que fue la más adecuada para la continuidad del proyecto de Dalphimetal.

 

Tras darse a conocer el acuerdo, gran parte del personal de Dalphimetal hace llegar la familia su agradecimiento por los años pasados y las decisiones tomadas para asegurar el crecimiento y continuidad de Dalphimetal España.

1995-2005

Actividades de innovación

En estos años, se generaliza el uso de los airbags clocksprings y Dalphimetal aprovecha la oportunidad de introducirse en este nuevo mercado con el apoyo de Petri, coinventora del airbag con Mercedes.

 

Desarrollo de la segunda capa de piel que redujo el coste del volante de cuero en un 50%, generalizando así su uso.

 

Desarrollo y producción del primer esqueleto de magnesio reciclable y reutilizable de volante, reduciendo su peso un 40%.

Desarrollo internacional

Se fundan nuevas empresas con la participación de PETRI AG:  DMP, DMI y DMS. Y se crean, también, los centros de I+D en Vigo, Valladolid, Portugal el Reino Unido y Francia.


Entrada en Francia a través de la compra de la división de volantes de Faurecia.

Comienzo de actividades en Portugal con la creación de Dalphimetal Portugal junto con PETRI AG.


Presencia en Turquía a través de la participación minoritaria junto con PETRI en la sociedad PIMSA DIREKSIYON – Turquía.


Y damos respuesta a la presencia global de nuestros clientes a través del cruce de capital con la sociedad Nihon Plast, empresa familiar japonesa con presencia en EEUU y Asia.

1992

Comprometidos con la sociedad

En 1992 Dalphimetal firma un acuerdo con la ONCE para la apertura de tres Centros Especiales de Empleo para fabricar volantes de cuero, que crearían 400 puestos de trabajo para personas con discapacidad. Se trata de un trabajo que exige tiempo, esmero y unas manos expertas. Llegarán a producir 2,5 millones de volantes al año.

 

Dalphimetal recibe varias premios por estos centros,  entre ellos, el premio INSERTA, en reconocimiento a la labor social de esta iniciativa.

1990

Separación familiar de actividades

En 1990 las distintas ramas de la familia Castellón deciden separar sus actividades industriales a través de un intercambio de acciones entre las distintas empresas de la familia. La familia Daumal Castellón se queda Castellón S.A., mientras que las familias Gras Castellón y Sanz Gras continúan con su actividad en Silenciadores PCG y con el desarrollo de Dalphimetal España.

1987

Alianza con Petri: los airbags

En 1987 la empresa alemana Petri, líder mundial en volantes, entra en el capital de Dalphimetal y da soporte a la expansión internacional. En etapas posteriores comenzará la exportación para la UE y posteriormente se abrirán plantas en el norte de Portugal, Túnez, Francia y Turquía.

1974

Dalphimetal y el primer volante de Poliuretano

Don Luis Gras y su esposa doña Nuria Castellón crean en 1974 Dalphimetal España tras conseguir una licencia técnica de la empresa francesa del mismo nombre. En su arranque se dedicará a fabricar los primeros volantes de poliuretano.

 

En 1975 don José Ramón Sanz entra en la familia Gras al contraer matrimonio con doña Marisa Gras Castellón. Desde el primer día se incorpora a las empresas de la familia y pasa junto a su esposa, que ya colaboraba en los distintos negocios familiares, a ser accionistas de Dalphimetal.

 

Don José Ramón Sanz empieza su andadura profesional en las plantas de producción de Dalphimetal España, recorriendo sucesivamente todas las áreas de la empresa hasta llegar a ocupar la presidencia y su dirección general.

 

El lema de la familia es “El cliente es el rey”. Aplicado con rigor y profesionalidad conduce a Dalphimetal a una rápida expansión que comienza en España, con la construcción de fábricas en Vigo, Porriño y Valencia.

1924

Los comienzos

En 1924 don Pedro Castellón, excelente mecánico, abre en Barcelona un taller para reparar automóviles. Ante la escasez de medios y materias primas de la época, comienza a producir en su taller los cables y piezas que necesitaba para las reparaciones que le solicitaban.

 

De esta forma comienza la andadura profesional de la familia Castellón, en la que poco a poco y a pesar de lo inhabitual para la época se van incorporando al negocio las tres hijas del matrimonio de don Pedro Castellón y doña Ana García.

 

En 1947 don Luis Gras pasa a formar parte de la familia Castellón al contraer matrimonio con doña Nuria Castellón, segunda hija de don Pedro y doña Ana, y se incorpora a la empresa.

 

Poco después se abre en Barcelona el primer taller de fabricación de cables de acelerador, embrague y freno para el recambio del automóvil.

1950

El negocio crece

Apoyado por su esposa Nuria y por el resto de la familia, don Luis Gras, hombre emprendedor y entusiasta, decide comenzar una nueva aventura en Madrid, y en 1950 el matrimonio Gras abre otro taller en lo que es hoy la sede de la Fundación NUMA.