Financiación, crecimiento y control de la familia empresaria
Escrito por Redacción NUMA
Publicado el 14 diciembre, 2023
El 20 de octubre celebramos una jornada en el Consejo de Empresa Familiar – “Manual de supervivencia para las familias empresarias”. Se abordaron los frentes que tienen abiertas las empresas familiares, así como su financiación, crecimiento y control. Tanto los externos relativos al contexto y al entorno como los internos relativos a sus propias características. Tratamos también de las estrategias que se pueden implementar para paliar estos riesgos.
Después de las intervenciones de José Ramón Sanz Pinedo y de Luis Bravo , tuvo lugar una mesa redonda de empresarios. Participaron en el diálogo Roberto Aldea, presidente del GRUPO CARTÉS y vicepresidente de AEDHE Asociación de Empresarios del Henares, Javier Sanchidrián Martinez, director de operaciones del GRUPO MAS, y Ricardo Rodríguez, director general de corporativo de Recoletas Salud. El coloquio estuvo moderado por Alfonso Reina Pardo, socio de Cuatrecasas.
Todos ellos son empresarios en segunda generación, con un sentido y fuerte orgullo de pertenencia a una familia empresaria y nos ofrecieron unas valiosas reflexiones en torno al momento en el que se encuentran sus proyectos, sus desafíos por venir y su punto de vista sobre los temas que tratamos en la jornada.
“La empresa es como un hijo”
El Grupo MAS tiene actividades en el sector del ocio, inmobiliario y agropecuario. Javier Sanchidrián Inició su carrera fuera de la empresa familiar, para después involucrarse plenamente en la gestión del grupo empresarial familiar junto con su hermano. Siendo dos al frente, aún funcionan con la complicidad y espontaneidad de dos personas comprometidas que han madurado en la empresa. Pero hoy empiezan a plantearse cómo prepararán la entrada de una nueva generación.
Javier habló del aspecto emocional y el fuerte vínculo que existe con el proyecto compartido de la familia. “La empresa es como un hijo”; pronunció una de las frases que se repitió durante la charla y que expresa la idiosincrasia y la visión de sí mismos como empresarios familiares.
Sin embargo, también puso el acento en la necesidad de hacer una gestión profesional en la empresa familiar. Los salarios y los criterios de selección de personal deben ser de mercado. Estar en la empresa familiar no puede verse como una fuente de privilegios indebidos. Los miembros de la familia pueden elegir su grado de involucración, pero trabajar en la empresa no puede darnos derechos sobre los demás.
Sacrificar lo importante en la pira de lo urgente (e importante)
Cuando hablamos sobre el protocolo y la importancia de dejar reglas por escrito, Javier empatizó con muchas empresas familiares que, estando muy volcadas con sacar el negocio adelante día a día, no tienen tiempo ni perspectiva suficiente para emprender este proceso de reflexión con suficiente seriedad.
El carácter familiar de estos empresarios también salió a relucir cuando hablamos de socios y financiación. Javier reveló algunas de las incomodidades que pueden darse en empresas familiares cuando se abren a financiación alternativa. La entrada de un socio puede generar una sensación de amenaza y pérdida de control que puede y debe gestionarse. Ellos mismos han recurrido a fórmulas de financiación alternativas, útiles para etapas de crecimiento; pero siempre con control, bien parametrizado y profesionalizado.
También se refirió a esas primeras etapas de la empresa familiar, donde es casi inevitable que el empresario ponga en juego sus activos personales. No hay muchas alternativas, pero es algo que debe deshacerse en posteriores generaciones para minimizar el riesgo personal. Separar el negocio principal y la parte patrimonial que componen los activos no afectos a las empresas.
Prepararse para el momento
Roberto Aldea es un empresario familiar de pura cepa que creció atendiendo las llamadas en el taller que regentaba su padre y que fue el germen del actual Grupo Cartes. Ahora es él quien se encuentra al mando y enfrentando decisiones de futuro y continuidad. Tiene cinco hijos y está sumido en un proceso de reflexión conjunta para definir su visión y estrategia .
Roberto compartió con nosotros el momento de sucesión que le puso al frente de la empresa. Un momento súbito y para el que no estaban bien preparados. Se enfrentó a este momento junto a su hermana, ayudados por el deseo de primar el bienestar de cada uno y de seguir juntos independientemente de las decisiones respecto a la empresa familiar. Este mismo espíritu es el que Roberto busca perpetuar en la siguiente generación.
Se encuentran así en un momento de pausa y reordenamiento, dando los primeros pasos hasta el establecimiento de un protocolo. Un momento de escucha, en que se quiere introducir a las nuevas generaciones en la empresa y en foros de empresa familiar. Roberto nos habló de la importancia de la escucha, de conjugar sus propios deseos con la libertad de sus hijos y las necesidades de la empresa.
Financiación, control y crecimiento
En relación con posibles socios y financiación, Roberto reincidió en la opinión de Javier. Aunque en general recurren a banca tradicional y optan por buscar la deuda más barata, sí han recibido ofertas interesantes. Especialmente de socios que además de capital pueden aportar conocimiento o capacidad industrial. Se sienten obligados a considerarlas, pero persiste un ruido de fondo – la pérdida de control sobre la empresa familiar—. El momento actual de reflexión, en el que el futuro de la familia debe considerarse dentro de estos cálculos, dificulta aún más la toma de decisiones.
En una línea similar, reflexionó sobre el momento actual de su empresa y su estrategia patrimonial. Durante muchos años el excedente se invertía en el negocio fundacional, en momentos de mucho crecimiento pero que, en perspectiva, concentraron mucho el riesgo en una sola actividad. Parte de su reflexión actual es restructurar y separar lo operacional y lo patrimonial.
Ricardo Rodríguez lleva veinte años trabajando en la empresa familiar junto a el fundador del grupo, su padre, que sigue al frente de la empresa. Defiende la aportación de valor tanto a la sociedad y la familia y la perspectiva particular del empresario familiar que tenemos que aprender a gestionar para superar el reto de la continuidad.
El empresario se sumó a la recomendación que compartieron todos los asistentes. Aunque pongamos el acento en el aspecto familiar de la empresa y hablemos de lo emocional y lo relacional es muy importante dar un paso profesional y jurídico. La documentación nos ayuda a precisar matices, a evitar controversias y a concluir los procesos de diálogo y negociación.
Ricardo se mostró más abierto a mecanismos de financiación alternativa, pero de nuevo condicionados por un meticuloso análisis y por su oportunidad según el momento en el que se encuentre nuestra empresa. No es lo mismo estar en un momento de estabilidad, donde deberíamos buscar la financiación más barata; que si estamos en un momento de rápido crecimiento.
Familias y fondos; el largo y el corto plazo
Subrayó como la diferencia entre el horizonte largo de las familias empresarias y el corto de los inversores puede generar tensiones. Se puede gestionar, pero desde la claridad de lo que necesitamos y de las opciones que tenemos. La decisión de qué tipo de deuda adquirir debe ser sobre todo una decisión empresarial y debe tener en cuenta posibles escenarios de dificultad.
Cuando nos enfrentamos a un escenario difícil, los términos de la negociación cambian radicalmente si tenemos avales personales en la empresa familiar. Aunque son una necesidad en los comienzos, deben retirarse tan pronto como sea posible. A medida que generamos caja y aunque invirtamos casi todo en el negocio nunca debemos descuidar la estabilidad societaria y familiar.
Entre estas y otras reflexiones, cerramos la mesa con una conversación en torno a un problema muy actual – los problemas de vocación, de continuidad y la actividad de fondos que buscan comprar empresas familiares haciendo ofertas muy altas. Todos los participantes aunque se creen obligados a considerar ofertas, el vínculo emocional con el proyecto familiar es muy fuerte tanto para ellos como para sus familias. Todos mostraron su fuerte vocación de continuidad al frente de sus empresas familiares, de seguir luchando en cualquier escenario.
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